Sistema de riego de precisión brinda grandes beneficios a los productores
En un momento donde la población mundial crece a pasos agigantados y se espera que para el año 2050 sea de aproximadamente 9000 millones de habitantes, la necesidad de producir alimentos toma importancia. Para Freddy Soto, agrónomo e innovador del proyecto Fertiriego Inteligente (IoT), este contexto aumenta la necesidad de fertirrigar bien los cultivos.
Pero, ¿qué es fertirriego? Dentro de la agricultura digital, el fertirriego es una especialidad donde, con sistemas tecnológicos de riego a la demanda, se aporta el agua y los fertilizantes de acuerdo con las necesidades del cultivo, en función del clima y de la etapa de desarrollo en la que se encuentra la planta.
Para desarrollar esta tecnología, Soto ha estado investigando durante cinco años en la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno de la Universidad de Costa Rica (UCR), esto de la mano de informáticos e ingenieros electromecánicos. Considera que, gracias a la experiencia acumulada en este tiempo, ya es hora de llevar este servicio a los productores que lo requieran.
¿Por qué fertirrigar?
Este sistema, que utiliza el agua como vehículo para la aplicación de fertilizantes, le trae a los agricultores y productores beneficios económicos que, a su vez, benefician al medio ambiente.
Para Soto, al agregarle al cultivo exactamente lo que requiere se evitan desperdicios tanto de agua como de fertilizantes. Comentó que, del agua dulce disponible en el planeta, la agricultura utiliza aproximadamente un 70%, por lo que se debe hacer un uso eficiente del recurso hídrico.
“Este proyecto tiene un gran potencial para ayudar a los productores. Nos hemos dado cuenta de que contamos con mucha tecnología e información para compartir y transferir con ellos”. Freddy Soto, investigador.
El investigador citó de ejemplo un caso específico de un productor que formó parte de un curso impartido por él. Comentó que, en la primera semana del curso, este productor redujo el consumo de agua a medio litro por planta. “Él maneja 300.000 plantas, lo cual son 150.000 litros menos diarios. Es decir, es mucha agua que se está economizando”, dijo Soto.
Al hacer un uso eficiente del recurso hídrico y de los fertilizantes, los costos para el productor disminuyen y la rentabilidad aumenta, ya que -al evitar desperdicios- se eliminan gastos innecesarios. Por otra parte, “tanto el déficit de riego como el exceso afectan el buen desempeño fisiológico de la planta y los rendimientos del cultivo”, añadió Soto.
Salir al campo
Soto considera que ya es hora de darle este tipo de tecnologías y soluciones a los productores costarricenses que quieran hacer riego a la demanda. Para esto cuenta con la ayuda de Proinnova.
Manuel Flores, gestor de innovación de este proyecto, comentó que esperan impactar verdaderamente el sector agrícola con este tipo de investigaciones. De igual manera, consideró importante que este proyecto le llegue a los agricultores por los beneficios que trae consigo este sistema de riego.
“Al agregarle a un cultivo lo que requiere se atacan varios problemas: el desperdicio de agua y el abuso de agroquímicos y fertilizantes, esto generará una disminución en la contaminación. También, económicamente le puede ir mejor a los productores, por lo tanto es más sostenible y su calidad de vida aumentará porque su rentabilidad lo hará”, dijo.
Soto visualiza tener una plataforma de asesoría virtual que les permita estar monitoreando a muchos productores en todo el país desde la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno y así crear un impacto en el agricultor para que su finca sea más eficiente en el uso del recurso hídrico y los fertilizantes.
Proinnova