UCR renueva por 5 años el convenio con el INTA para extender investigaciones sobre papaya Pococí y otras variedades.

Firma de instituciones pretende seguir estudiando la papaya Pococí, denominada la “papaya perfecta” y otras variedades insertadas recientemente en el mercado.

La Universidad de Costa Rica (UCR) renovó este 2023 el convenio de investigación con el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) para extender los estudios del híbrido de papaya Pococí, la cual tiene 18 años de estar en el mercado y que es la predilecta del sector productivo por sus características morfológicas, sabor y adaptabilidad al clima, así como de el híbrido H-39, Suerre y otras, colocadas en el mercado productivo nacional en 2022.

Esto se da en seguimiento al convenio marco UCR-INTA, que data del año 1999, con un estudio principalmente de la papaya Pococí desde el año 2006. El cual responde a un proceso articulado de investigación de más de 20 años, entre los investigadores Antonio Bogantes del INTA y Eric Mora Newcomer de la Universidad de Costa Rica.

En el presente año se renovó este convenio de manera quinquenal. Luego de que el 16 de marzo de 2022 el INTA y la UCR liberaran oficialmente tres nuevos materiales de papaya: el híbrido INTA-UCR-H39 y dos variedades de polinización abierta, 95 % hermafroditas, el INTA-UCR 6514 y el INTA-UCR 1785 (Suerre).

Mejoramiento de las variedades existentes

En el marco de la renovación de este convenio de investigación por los próximos cinco años, el investigador Antonio Bogantes del INTA afirma que continuarán con el trabajo de producción y comercialización de las semillas de papaya Pococí. 

“Nosotros lo que estamos visualizando, en el corto y mediano plazo, es una variedad sustituta de Pococí, podríamos estar hablando de una “Pococí Plus”, porque, a pesar que se le denomina como la “papaya perfecta”, nosotros sabemos que tiene todavía espacio para la mejora. Estamos tratando de mejorar la firmeza de la pulpa, para que tolere más el manejo y que soporte grandes distancias para ser transportada a otros lugares como Estados Unidos o Canadá”

señaló Bogantes.

“Además, nos interesa mejorar el sabor y que traiga el gen del hermafroditismo, para que la semilla solo produzca plantas hermafroditas, que son las que producen las frutas alargadas que son las que se comercian. Posteriormente, hay un mercado para todo lo relacionado con papaya unipersonal, estamos apuntando a una fruta de menores dimensiones pero con más sabor. Con esas dos metas o ejes, considero que tenemos espacio para el corto y mediano plazo”

agregó el investigador.

De acuerdo con Manuel Flores, gestor de innovación de Proinnova, este convenio permite a ambas instituciones continuar con las tareas de mejoramiento genético, dándole así nuevas herramientas a los productores nacionales, con la generación de nuevas variedades, orientadas a diferentes nichos.

“Este es un componente importantísimo, poner a los productores del país a exportar papaya, hay que buscar que los productores tengan más alternativas y oportunidades. Solo con trabajo articulado, con metas claras, poca burocracia y mucho dinamismo, es la mejor manera para beneficiar al sector productivo, principalmente ahora que la tecnología va avanzando”

enfatizó Bogantes.

El INTA opera desde la Estación Experimental los Diamantes, en Guápiles, desde este lugar coordina con la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno de la Universidad de Costa, en la Garita de Alajuela, a cargo del ingeniero agrónomo Eric Mora, para el trabajo en conjunto con los productores de papaya de todo el territorio nacional.

Nota de Gustavo Martínez Solís | Semanario Universidad


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