Mary Pamela Portuguez: Producir, pero de manera sostenible
“Los objetivos de desarrollo sostenible pueden sonar a veces inalcanzables, pero podemos acercarnos un poco”, comentó Portuguez sobre su visión profesional.
Producir de forma rentable, conservar los suelos y respetar el medio ambiente, esos son los principales retos que diferencia Mary Pamela Portuguez, investigadora de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Hay retos importantes en no solo producir por producir, sino hacerlo de forma sostenible. Igual no vamos a ser ambientalistas arraigados que dejan de producir porque sino no se come, pero sí en aprovechar los recursos de manera sostenible”, añadió Portuguez sobre el sector agrícola.
Como parte de ese objetivo, la investigadora dirige un proyecto conjunto con la empresa chilena Rootman SpA, quienes desarrollaron una tecnología base para crear sustratos a partir de materiales de desecho. La empresa utiliza principalmente el aserrín, pero para Costa Rica se están valorando materias primas como bagazo, maíz o broza de café.
“Ha sido una experiencia bastante interesante y productiva porque la empresa en Chile se especializa más en el producto a nivel de construcción. Yo soy ingeniera agrónoma, entonces le vi potencial como insumo agrícola y hemos desarrollado un producto similar que intenta sustituir a un sustrato agrícola”, agregó la investigadora.
El proyecto también vislumbra que el material formado sirva de barrera contra las plantas arvenses, conocidas también como “malas hierbas”. Gran parte de la industria ornamental en Costa Rica se da en invernaderos donde las malezas son un problema y los herbicidas no son una opción debido a la normativa nacional. De esta manera, el material desarrollado ahorraría mano de obra a los productores y reduciría el uso de plástico en maceteros.
“Hay veces que no todo se puede sustituir, pero siguiendo la línea de la innovación hay algo que está haciendo falta: pensar en la conservación del suelo y el manejo de las mal llamadas malezas. Son un problema fitosanitario, pero tienen un lado bueno porque cubren el suelo y evitan procesos de erosión”, explicó Portuguez.
El proyecto está en la etapa de decidir qué materia prima y semilla se van a usar para seguir con pruebas en invernadero. Ahí se harán estudios con cultivos para comparar los sustratos convencionales al generado en el proyecto que, de ser apto, pasaría a negociarse con productores interesados.
Adicional a eso, Portuguez estudia actualmente una maestría en desarrollo sostenible con énfasis en recuperar el recurso biológico. Según la ingeniera agrónoma, estos estudios le facilitaron encaminar el proyecto actual e imaginar nuevas posibilidades para el futuro:
“En agricultura se ha avanzado mucho en insumos agrícolas, pero no hay una propuesta que sea un herbicida de origen natural. Ahí tenemos una larga carrera, pero tenemos que ir porque tampoco hay estrategias para manejar las arvenses. Mucha producción se ha hecho con prácticas que son contaminantes, entonces, siento que las nuevas generaciones debemos limpiar ese nombre”, finalizó.